La voluntad de Dios
Conocer la Voluntad divina y cumplirla era la regla de pensamiento y de acción de nuestra Madre Fundadora, el secreto del equilibrio y fecundidad de su vida :
“Hacer la voluntad de Dios, pero ¡si eso es todo Hay que verla en todo, amarla y hacerla amar » (Constituciones de las Hermanas de San José de Cluny)
La búsqueda de la voluntad de Dios se realiza en el diálogo, el discernimiento, el amor mutuo.
Anne-Marie Javouhey: libre para amar
Su vida y sus cartas muestran su íntima unión con Dios, su celo ardiente por la salvación de todos, su amor de compasión por los más desheredados. Su audacia misionera se basaba en la certeza de de que había sido enviada por Dios para liberar a todos de las diversas esclavitudes y restaurar en cada persona la dignidad de hijo de Dios.
Llamados a ser místicos y profetas: llamados a liberar para la vida en abundancia
Siguiendo las huellas de Ana María y adhiriéndonos a Cristo, participamos en su misión. Toda nuestra acción está impregnada de contemplación. Y nuestra contemplación nos saca de nuestra zona de confort, cruzando fronteras para estar atentas al "otro", para llevar al mundo el fuego del amor y la esperanza.
La espiritualidad de las hermanas de San José de Cluny es una forma de vida que suscita una respuesta acorde con los signos de los tiempos. Constituye nuestra identidad y nuestra unidad. Se renueva a medida que la compartimos. Es DINÁMICA, influye en nuestras vidas e inspira nuestras misiones. Está en el corazón de nuestra vida cotidiana.
Una Hermana de San José de Cluny "es como un pájaro en la rama, dispuesta a volar al primer soplo de la obediencia".
Ana María Javouhey