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Oraciones a AMJ

Como miembros de una misma familia Cluny, las Hermanas de San José de Cluny están unidas en la oración diaria a su Fundadora, la Beata Ana María Javouhey. Como ella, pedimos a Dios que nos llene de su amor para ayudarnos a vivir su santa voluntad en todo tiempo y en todo lugar. Recen con las Hermanas de San José de Cluny para que esta gran misionera nos dé la orientación diaria en la búsqueda de la Voluntad de Dios.

La oración del corazón

Beata Madre Ana María Javouhey, cuyo corazón sólo ha latido por Dios y por las almas, enséñanos a amar, orar, sufrir y perdonar como tú lo hiciste. Alcánzanos un corazón como el tuyo, apasionado por la Voluntad de Dios, abandonado a su amor a pesar de todas las dificultades; un corazón fuerte y bueno, ardiente y puro, leal y fiel, humilde y confiado; un corazón dispuesto a todos los sacrificios; un corazón semejante a los de Jesús, María y José. Amén

Oración por una fe ardiente

Beata Ana María Javouhey, que siguiendo el ejemplo de Jesucristo hiciste de la Voluntad del Padre tu alimento, y de la salvación de las almas el objeto constante de tu celo,
alcánzanos tu ardiente fe para conocer, amar y cumplir en todo la Voluntad de Dios; tu confianza heroica; tu abandono absoluto a la Providencia, tu encendido amor a Dios y a las almas. Amén

Anne-Marie, tú has buscado siempre la luz

Beata Ana María, tú has buscado siempre la luz y la fortaleza en el Corazón de Cristo. Enséñanos a vivir en constante intimidad con Él, a fin de hacer sin reservas la Voluntad del Padre. Guíanos en este camino de Amor, que pasa por la pobreza, el desprendimiento y la disponibilidad. Alcánzanos el saber revelar a nuestros hermanos los hombres, la presencia y la ternura de Dios para gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

La gracia de su canonización

Señor Dios nuestro, Tú has inspirado a la Beata Ana María el deseo de consagrar su vida al cumplimiento de tu Santa Voluntad, y de permanecer atenta a tu interpelación en la persona de los más pobres de sus hermanos. Haz que en la Iglesia de nuestro tiempo continuemos con entusiasmo la obra que Tú le has confiado. Por su intercesión, escucha las súplicas que te dirigimos….
Concédenos, por Tu bondad, la gracia de su canonización para gloria Tuya y la extensión de Tu Reino de amor, de justicia y de paz. Amén