Nosotras, las Hermanas de San José de Cluny, estamos reunidas con corazones agradecidos para honrar a María, pero también, según nuestra tradición, para celebrar a nuestra Superiora General, Sor Clare Stanley.
En este día solemne de la Asunción de la Santísima Virgen María, celebramos su entrada, en cuerpo y alma, en la plenitud de la presencia de Dios. La vida de María fue un canto de servicio, confianza y abandono. Su "sí" abrió el camino para que Cristo viniera a habitar entre nosotros.
Siguiendo los pasos de María, Sor Clare dijo "sí" a Dios al servicio de nuestra Congregación, guiada por la fe, el coraje y un profundo amor por la misión que nos confió la Beata Ana María Javouhey.
Damos gracias al Señor por la firme guía de Sor Clare, su corazón atento y su compromiso inquebrantable en favor de la unidad y la vitalidad de nuestra familia religiosa en el mundo. En este día de fiesta, la encomendamos a la protección maternal de María, pidiéndole que la colme de sabiduría, alegría y fuerzas renovadas.
Que, inspiradas por el ejemplo de María y el testimonio de Sor Clare, sigamos caminando juntas en la esperanza, buscando siempre llevar amor y esperanza a nuestro mundo, que está sediento de ellos.